LA DOMÓTICA COMO POSIBILIDAD DE AHORRO DE AGUA
Hay dispositivos para ahorrar agua en los hogares, pero pocos ciudadanos los usan. Quizá sea un buen momento para plantearse la posibilidad de instalar alguno de estos aparatos. Las nuevas tecnologías permiten ahorrar hasta un 50% de media con los dispositivos inteligentes.
Con la domótica y el control electrónico se puede ahorrar agua (y energía). Son dispositivos que cuentan con sensores, reductores de caudal o controles de consumo. Hay varios métodos.
En cualquier caso, hay que tener claro que lo más importante es la voluntad de ahorrar del usuario.
Hay que analizar el consumo mensual y tratar de reducirlo. La Asociación Española de Domótica, en colaboración con el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía, IDAE, han elaborado un documento en el que se explica que el ahorro energético en el hogar puede conseguirse con la domótica.
Para comenzar por la primera fase de la distribución, se pueden controlar y regular las fugas de agua: desde un goteo que supone un desperdicio silencioso, invisible, pero muy perjudicial, hasta una inundación. Estos sistemas avisan de cualquier funcionamiento anómalo en la instalación del hogar.
Para las viviendas que tengan jardín, el riego ha evolucionado para ser más ecológico. La domótica permite instalar sensores de humedad o de lluvia, que detectan la humedad o la presencia de lluvia, por leve que sea, y permiten el regado de forma autónoma y sólo cuando es necesario.
Hay que resaltar también los grifos inteligentes, que regulan y eliminan el agua transitoria y permiten ahorrar hasta un 25% de agua que si se utiliza un grifo con un solo mando.
Otra solución es instalar sensores con infrarrojos en los grifos. De este modo, sólo cuando las manos estás debajo del grifo, sale agua. También pueden ser instalados, en los urinarios. Con estos dispositivos se pude llegar a ahorrar entre un 70 y un 80% del consumo de agua.
